¿Desregulación de la regulación digital en la Unión Europea?
Entre las leyes clave se incluyen la Ley de Servicios Digitales (DSA), la Ley de Mercados Digitales (DMA), la Ley de Gobernanza de Datos (DGA), la Ley de Datos (DA) y la Ley de Inteligencia Artificial. Se trata de una reforma integral del ordenamiento jurídico digital, cuyo principal objetivo era la protección de los derechos fundamentales, la seguridad de los usuarios, la equidad del mercado y la soberanía tecnológica de la UE.
Sin embargo, este impulso regulatorio ha recibido crecientes críticas de la industria, algunos Estados miembros e incluso instituciones europeas. Señalan que el resultado es una sobrerregulación, complejidad jurídica, carga administrativa y, en consecuencia, una disminución de la competitividad de las empresas digitales europeas. En respuesta, ha surgido la idea de una iniciativa de desregulación ómnibus, cuyo objetivo es simplificar, agilizar o incluso eliminar algunas obligaciones regulatorias digitales en la próxima legislatura.
Las empresas, especialmente las pequeñas y medianas empresas (pymes), que también constituyen la columna vertebral de la economía eslovena, reportan una "parálisis regulatoria", donde ya no pueden cumplir con la multitud de requisitos regulatorios. En muchos casos, la regulación tiene el efecto contrario, ya que las empresas prefieren abandonar ciertas actividades antes que arriesgarse al incumplimiento. El modelo europeo se enfrenta a la realidad: EE. UU. está construyendo competitividad digital sobre la base de la autorregulación sectorial, mientras que China la construye sobre la centralización de la supervisión. En este contexto, la pregunta clave es si la UE podrá seguir todos los objetivos regulatorios, promoviendo al mismo tiempo la innovación y el crecimiento. Como país pequeño con capacidad regulatoria limitada, Eslovenia fue uno de los primeros en apoyar iniciativas para simplificar la regulación digital. Las autoridades nacionales responsables de implementar la regulación de la economía digital han advertido durante mucho tiempo sobre la falta de personal, la fragmentación legal y los problemas de cumplimiento de las pymes. Por lo tanto, será crucial que Eslovenia participe activamente en la configuración del contenido del paquete "ómnibus".
General
El término "ómnibus" en un contexto legislativo suele referirse a un instrumento legislativo horizontal que modifica varias regulaciones existentes en una sola medida legal, con el objetivo de unificar, simplificar o agilizar. En el contexto de la desregulación digital de la UE, se trata de una iniciativa que elimina los requisitos superpuestos entre la Ley de Servicios Digitales (DSA), la Ley de Mercado de Valores (DMA), la Ley de IA, la Ley de Datos, etc., estandariza las definiciones, simplifica los procedimientos de cumplimiento y reduce la fragmentación regulatoria entre los Estados miembros. Si bien aún no se ha presentado una propuesta formal de la Comisión Europea, ya se han iniciado debates preparatorios en la Dirección General de Redes de Comunicaciones, Contenido y Tecnologías (DG CNECT) y la Secretaría General del Consejo sobre la posibilidad de un paquete de desregulación común en 2026 o 2027. Se menciona como posible solución la propuesta de crear una única "Declaración de Cumplimiento Digital" para varios reguladores simultáneamente. El paquete de desregulación podría introducir un punto de contacto único, portales de información comunes y registros centralizados.
Se debería hacer especial hincapié en la eliminación o simplificación de determinados requisitos para las microempresas y las pequeñas empresas, como las exenciones de las evaluaciones de impacto sobre los derechos fundamentales, la presentación de informes menos frecuentes y las herramientas automatizadas de autoevaluación del cumplimiento.
Sin embargo, también existen preocupaciones (justificadas): una de las principales, provenientes de organizaciones de la sociedad civil y del mundo académico, es que la desregulación podría socavar los estándares de protección de datos, seguridad infantil en línea y otros derechos fundamentales de los usuarios de servicios digitales, alcanzados con gran esfuerzo. Al mismo tiempo, existe el riesgo de que algunos Estados miembros de la UE no acepten la desregulación, dado que algunos ya han introducido prácticas nacionales que superan los estándares.
Problemas en la implementación de la Ley de Inteligencia Artificial
La Ley de Inteligencia Artificial (Ley de IA), adoptada formalmente por la Unión Europea en la primavera de 2024, constituye el primer marco jurídico integral del mundo para regular la inteligencia artificial (IA). Su objetivo es permitir un uso seguro de la IA que respete los derechos fundamentales, la democracia y el Estado de Derecho, a la vez que fomenta la innovación y el desarrollo tecnológico en la UE.
La ley se basa en un enfoque basado en el riesgo y clasifica los sistemas de IA según su impacto potencial en las personas y la sociedad. Los sistemas con un riesgo inaceptable están prohibidos, los de alto riesgo están sujetos a una regulación estricta, mientras que los sistemas con un riesgo limitado o mínimo se dejan a la autorregulación voluntaria.
Sin embargo, la implementación de la Ley de IA enfrenta una serie de serios desafíos relacionados con la claridad legal, viabilidad técnica, capacidad institucional y preparación de los Estados miembros, incluyendo Eslovenia. A pesar del apoyo político a nivel de la UE, varias cuestiones abiertas permanecen que pueden afectar la efectividad y puntualidad de la implementación. Uno de los problemas centrales de la Ley de IA es la ambigüedad legal y complejidad en la clasificación de sistemas de IA en categorías de riesgo individuales. En la práctica, a menudo no está claro cuándo una aplicación de IA constituye "alto riesgo", especialmente en los casos en que implica una combinación de varias funcionalidades. Los usuarios y desarrolladores tendrán que llevar a cabo autoevaluaciones, lo que representa una carga regulatoria significativa, especialmente para las medianas y pequeñas empresas. En Eslovenia, debido a la fragmentación de los sectores y la ausencia de una autoridad regulatoria central, ya están surgiendo dificultades en la comprensión de los requisitos para la evaluación de riesgos de los sistemas de IA. La Ley de IA también prevé la introducción de los llamados "sandboxes regulatorios": entornos controlados para probar soluciones de IA. En Eslovenia, aún no se ha establecido un entorno de pruebas regulatorio, lo que dificulta la participación de innovadores en el desarrollo de soluciones basadas en IA. Al mismo tiempo, Eslovenia aún no ha designado una autoridad competente para el verano de 2025, y en la práctica no existe una delimitación clara entre instituciones como el Comisionado de Información, el Ministerio de Transformación Digital, la Oficina de Seguridad de la Información, etc.
Conclusión
En comparación con EE. UU., que prioriza la autorregulación flexible, y China, que implementa controles estrictos, la UE ha optado por regular formalmente la introducción de la IA a todos los niveles. EE. UU. aplica principios voluntarios (p. ej., el Marco de IA del NIST), mientras que China aplica estrictos procesos de prerregistro y evaluaciones de seguridad. La UE es la única entre ellos que ha establecido un marco muy complejo y jurídicamente vinculante, lo que plantea cada vez más la cuestión de la competitividad del mercado europeo. La Ley de Inteligencia Artificial constituye, sin duda, un paso histórico en la regulación legal de la IA. Su éxito dependerá de la aplicación técnica de las disposiciones, una clara división institucional de responsabilidades, el establecimiento oportuno de mecanismos de apoyo y la adaptación a la rápida evolución tecnológica. De no ser así, corremos el riesgo de que la regulación europea frene la innovación en lugar de promoverla. Por lo tanto, la desregulación del sector digital en la UE no es un llamamiento a la abolición del ordenamiento jurídico, sino un esfuerzo por lograr una regulación más eficaz, coordinada y proporcionada. La iniciativa de desregulación "Omnibus" es una oportunidad para que la UE evite la saturación regulatoria y, para Eslovenia, como miembro activo, también es una oportunidad de contribuir a la creación de un marco digital europeo racional.