Una vez el mejor, hoy una pálida sombra: iRobot se declara en quiebra
iRobot, la empresa estadounidense conocida por sus aspiradoras robóticas inteligentes Roomba, se ha declarado en bancarrota. Esta decisión llega tras años de una competencia cada vez más feroz por parte de los fabricantes chinos y la presión adicional de los elevados aranceles de importación, que han incrementado significativamente los costes operativos.
El proceso se lleva a cabo bajo el denominado procedimiento de quiebra preconcertado del Capítulo 11, lo que significa que la estructura de reestructuración se determina al momento de la solicitud. Como parte de este proceso, la propiedad de la empresa pasará a manos del principal fabricante de iRobot, Picea Robotics, con sede en Shenzhen, un socio de fabricación de larga data con instalaciones de desarrollo y fabricación en China y Vietnam.
Los documentos muestran que iRobot ha operado en un entorno de mercado extremadamente complejo en los últimos años. Para mantener su competitividad, se ha visto obligada a reducir los precios de sus productos e invertir grandes sumas en el desarrollo de nuevas tecnologías, lo que ha lastrado aún más su situación financiera. La situación también se ha visto agravada por los aranceles de importación estadounidenses. Aranceles de hasta 46-% sobre productos procedentes de Vietnam, donde se fabrican la mayoría de los dispositivos para el mercado estadounidense, han supuesto para la empresa unos costes adicionales de aproximadamente 23 millones de dólares este año.
iRobot se valoró en 3.560 millones de dólares en 2021, durante la pandemia, cuando la demanda de productos para el hogar se disparó. Hoy, la compañía está valorada en unos 140 millones de dólares, lo que ilustra la rapidez con la que se ha deteriorado su situación. El mercado reaccionó con fuerza a la noticia de la quiebra, y las acciones de iRobot perdieron más del 13% de su valor.
La compañía enfatizó que el procedimiento de quiebra no debería afectar el funcionamiento de la aplicación móvil, la cadena de suministro o el soporte a los usuarios existentes, lo que debería garantizar que los clientes continúen usando sus dispositivos en el futuro.
iRobot fue fundada en 1990 por tres miembros del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). En sus inicios, la empresa se centró principalmente en tecnologías de defensa y aeroespacial, pero el punto de inflexión llegó con la introducción del primer Roomba en 2002, con el que iRobot prácticamente instauró el mercado de las aspiradoras robóticas para uso doméstico. Según sus propios datos, Roomba tiene una cuota de mercado de aproximadamente el 42% en EE. UU. y hasta el 65% en Japón.
Los problemas de la compañía también comenzaron a acumularse tras el fracaso de una adquisición planeada por Amazon por 1.700 millones de dólares el año pasado. La operación fue suspendida por la autoridad europea de competencia, lo que generó preocupación por el impacto de la fusión en el mercado.
Picea Robotics, que ahora será propietaria de iRobot, es uno de los mayores fabricantes de aspiradoras robóticas del mundo. La empresa emplea a más de 7000 personas y ha vendido más de 20 millones de aspiradoras robóticas hasta la fecha.


























